La mayoría de los pacientes pediátricos requieren atención curativa a la edad de 3, 4 o 5 años, incluso puede ser antes por una urgencia, ya sea por un dolor originado de una caries o un traumatismo dental.
Sin embargo, el Dr. Marcos Bloch Ortiz trabaja la odontología para bebés, que es el primer nivel de atención, el educativo (etiológico); el segundo que es el preventivo, del recién nacido y lactantes de 0 a 3 años de edad, por las necesidades estomatológicas congénitas, adquiridas y educativas, continuando hasta los 5 años preventivamente.
Por ello, promueve terapias intensivas, educativas y preventivas en los profesionales de la salud y padres de familia, para poder eliminar, controlar y adecuar los factores de riesgos de la enfermedad oral del neonato.
Una boca saludable es parte de la salud integral del individuo y con frecuencia es dejada a segundo término, hasta que se producen alteraciones irreparables.
La caries dental y la enfermedad de las encías son los padecimientos más comunes de la boca, los cuales pueden ser prevenidos con la práctica diaria de higiene dental adecuada, la revisión periódica y consejos específicos para la etapa del embarazo, los cuales se mencionan a continuación:
Durante el embarazo se presentan condiciones que favorecen la aparición y el progreso de estos padecimientos.
Existen mitos que las mujeres justifican como consecuencia de su embarazo como que “cada hijo cuesta un diente”, así como “no acudo al dentista porque me van a tomar radiografías, me van a aplicar anestesia y esto le puede afectar al bebé”, creencias erróneas que alejan a las futuras madres de la consulta dental.
En algunas etapas del embarazo las mujeres comen frecuentemente entre comidas, sin lavarse los dientes después, lo cual predispone a aumentar el riesgo de caries y enfermedad de las encías (periodontitis), ya que no existe el hábito de asear la boca después de cada ingestión de alimentos.
Las alteraciones de la encía pueden deberse a cambios en los niveles hormonales y se observan generalmente en el segundo y tercer mes de gestación, se mantienen o aumentan severamente en el segundo trimestre del embarazo, disminuyendo en el último mes y desaparecen después del parto.
Estas alteraciones se manifiestan en la encía como inflamación, enrojecimiento y una tendencia al sangrado, que se ve generalmente en la parte anterior de la boca y tiende a generalizarse; acompañado en todo esto de “halitosis” (mal aliento).
En algunos casos puede formarse el “granuloma piógeno” o “gingivitis del embarazo”, el cual se observa por un aumento en el volumen de la encía de color rojo intenso y tiende a desaparecer por lo general después del parto, o puede ser extirpado si fuese necesario.
La inflamación constante puede producir un deterioro de los tejidos de soporte de los dientes y a la larga causar la pérdida prematura de los mismos. Estas alteraciones en la boca pueden transmitirse al recién nacido por medio del contacto cercano a través de la saliva materna.
Durante el embarazo, se pueden efectuar tratamientos periodontales de emergencia, cuando los síntomas anteriormente mencionados aparecen, ya que el dolor y la inflamación deben ser tratados.
Es recomendable llevar a cabo estos tratamientos en el segundo trimestre del embarazo, debido a que en el primer trimestre es un período crítico en la formación de los órganos del embrión.
Lo más recomendable es la prevención y proveer un tratamiento profiláctico especializado de manera efectiva y definitivo, para así evitar las manifestaciones tan molestas en la encía de la mujer embarazada.
Cuidados bucales durante el embarazo
Existen muchas dudas sobre los cuidados y atenciones bucales que debe tener una embarazada, trataré de aclarar en este artículo un poco estos conceptos además de pretender brindar información útil para la futura madre.
En el pasado existía mucha controversia en cuanto a los cuidados de la paciente embarazada, se creía que era muy riesgoso asistir a consulta dental y se mencionaba que por cada embarazo se perdía un diente. Actualmente sabemos que eso es una falacia.
Desde la creación de la odontología para Bebé 1982 en Brasil, se dio especial importancia al cuidado bucal de la futura madre, entendiendo de la importancia de su buen estado de salud general con la relación del estado de salud bucal de su futuro hijo.
De hecho, es durante el embarazo donde inicia la odontología para bebés, aunque actualmente se adelanta un poco, brindando información a quienes planean procrear.
Se recomienda el buen control de sus hábitos higiénicos bucales, implementando auxiliares de limpieza como son colutorios con clorhexidina, el uso del hilo dental, del rastrillo de lengua, de colutorios fluorados, así como de una buena técnica de cepillado.
Debido a la gran actividad hormonal que el embarazo genera, hay ciertas modificaciones en la boca que hace a los dientes más susceptibles al ataque de caries y/o enfermedad parodontal.
El aumento de la prolactina y los estrógenos generan cambios en el cuerpo y en la boca, provocando que las bacterias de la placa dentobacteriana (biofilme), actúe con mayor agresividad sobre los dientes y las encías.
La producción de relaxina (hormona que relaja los tejidos, para soportar los cambios físicos propios de embarazo), permite un fácil acceso a los microorganismos al interior de los tejidos que soportan al diente (relaja los ligamentos), favoreciendo la gingivitis.
Hay además una disminución del flujo salival, así como del pH, lo que resulta desfavorable por ser la saliva la encargada de amortiguar los ataques ácidos de las bacterias, así como de realizar el proceso de remineralización de los dientes.
Los cuidados bucales de una embarazada que se recomiendan incluyen visitas odontológicas periódicas previas al embarazo y durante el mismo, cuidados higiénicos extremos, cuidados nutricionales (antojos) y cepillado bucal después de un vómito.
Varios estudios demuestran que la embarazada con enfermedad periodontal tiene 7 veces más riesgo de tener un parto prematuro al ser comparadas con las que se encuentran con salud bucal, esto pudiera ser el resultado por el aumento de prostaglandina E2 y del factor de necrosis tumoral, mismos que inician el trabajo de parto.
Respecto a los hábitos alimenticios es muy importante recalcar que los microbios responsables de la caries dental requieren de azúcar (carbohidratos), razón por la que debe cuidarse al momento de los antojos, entendiendo que la selección de los mismos es tan importante como la higiene que sigue al consumo de estos.
Se debe cuidar la dieta en general, buscar productos naturales y tomar suplementos vitamínicos y/o con calcio.
Al momento de escoger los suplementos vitamínicos se debe tener cuidado en seleccionar los que contengan ácido fólico. Este disminuirá el riesgo de que el bebé presente algún tipo de daño del tubo neural.
Las verduras de hoja verde, la naranja, algunos cereales y los pescados son ricas fuentes de folato (ácido fólico en su forma natural).
Seguramente su ginecólogo o nutriólogo le brindarán información más detallada al respecto.
Debido a que hay un mayor riesgo de que el bebé nazca propenso a caries, si los padres la presentan, es recomendable que ambos sigan los cuidados higiénicos y visiten al odontólogo de su preferencia, para recibir la atención necesaria.
Recuerde que es más sano y económico prevenir y que la “Salud empieza por la boca”.
La siguiente información está diseñada para alertar y prevenir las complicaciones que se presentan en nuestros hijos.
Los cuidados dentales preventivos comienzan antes de que el primer diente aparezca en la boca.
Para mostrar una hermosa sonrisa, se debe iniciar un programa que involucre los buenos hábitos de higiene oral desde los primeros días de vida, como también las visitas periódicas con el estomatólogo pediatra y para bebé.
“Tenga en cuenta que usted puede ayudar a su hijo a pertenecer a la generación cero caries”.
Aproximadamente a los 4 o 6 meses de edad aparecerá el primer diente y alrededor de los 3 años de edad su hijo probablemente tendrá su dentadura temporal completa, es decir 20 dientes. Estos son muy importantes, no solamente contribuyen a la masticación apropiada, también participan como guías en la erupción de la dentadura permanente.
Para cuando su hijo nazca en la 1ra o 2da semana de vida, debe hacer una cita con el estomatólogo pediatra y para bebés, quien examinará clínicamente la cavidad oral del bebé e instruirá y educará a los padres sobre los patrones y cuidados de higiene bucales del bebé, así como un proyecto futuro de salud buco- dental personalizado de cero a tres años.
Desafortunadamente el biberón contribuye significativamente a la formación de caries en un porcentaje considerable en los niños. Esta condición es causada por la exposición prolongada y frecuente de los dientes del bebé a leche de fórmula, líquidos azucarados como jugos, incluyendo la leche materna.
Si tiene que acostar a su niño con el biberón, llénelo solamente de agua. Chupar por mucho tiempo un biberón que contenga otros líquidos puede dañar los dientes del bebé.
La caries dental causada por el uso del biberón es uno de los problemas más frecuentes en los niños de menos de tres años de edad.
Cuando el niño está despierto, la saliva ayuda a limpiar el azúcar y los ácidos de la boca que causan las caries dentales. Pero durante el sueño el fluir de la saliva se reduce.
El bebé que se acuesta con el biberón no puede tragar el líquido rápidamente. En cambio, éste gotea lentamente en la boca del niño, a veces por horas.
El líquido azucarado se acumula entre los dientes superiores del niño, donde puede disolver el esmalte del diente y originar la caries.
El daño ocurre pronto y causa dolor severo. Mientras más frecuente sea esta práctica, mayor puede que sea el daño.
Cómo evitar la caries del biberón
Recuerda que la vista al estomatólogo pediatra y para bebés a temprana edad, ayuda a establecer un clima de confianza y amistad ya que no requerirá de tratamientos curativos complicados, realice tratamientos educativos y preventivos para evitar enfermedades bucales y caries dental.
Cómo evitar la caries del biberón
Recuerda que la vista al estomatólogo pediatra y para bebés a temprana edad, ayuda a establecer un clima de confianza y amistad ya que no requerirá de tratamientos curativos complicados, realice tratamientos educativos y preventivos para evitar enfermedades bucales y caries dental.
El desayuno es de gran importancia para los niños en edad preescolar y escolar como lo es también el refrigerio (almuerzo).
El tiempo que transcurre entre el desayuno y la comida puede representar varias horas de ayuno en momentos en que generalmente se encuentran desarrollando actividades físicas y mentales que requieren mucha energía. Es por eso que el almuerzo es parte importante en la alimentación diaria del niño escolar.
Los alimentos deben ser fácil de transportar, mantenerse en condiciones higiénicas y sobre todo que sea nutritivo y no cariogénico (que no causen caries dentales).
A continuación, se analizan los principales alimentos cariogénicos y no cariogénicos recomendables que deben formar parte del refrigerio.
Principales alimentos que predisponen la formación de caries que se deben evitar:
Definiciones:
La cariogenicidad de los alimentos está íntimamente relacionada con concentración de carbohidratos, la adherencia que estos tengan al diente y el tiempo que permanezca el alimento en contacto con el mismo antes de ser removido. Por eso es importante cepillar los dientes inmediatamente después de ingerir los alimentos.
Frutas con mayor contenido de carbohidratos (azúcar):
Frutas con menor contenido de carbohidratos (azúcar):
Masticación
Al hablar de masticación se podrá pensar que es un tema sin mucho que decir, y que posiblemente carecerá de importancia, que ya todo está dicho y que no hay nada nuevo. Pero la verdad es que masticar es una necesidad que cada persona debe aprender y que lamentablemente se ha estado perdiendo. En esta ocasión dedicaré el artículo a una de las actividades de nuestra boca que quizás sea la más importante junto con la deglución.
Primeramente, definiré la masticación como la suma de los ciclos masticatorios necesarios para reducir la comida a un tamaño y forma adecuados que posibiliten, a través de degluciones sucesivas, consumirlo completamente. (W.A Simoes)
Quiere decir que no es igual la cantidad de ciclos masticatorios que se requieren para los diferentes tipos de alimento, de manera que los duros y fibroso requerirán de mayor masticación que los blandos.
Para masticar un trozo de alimento duro y fibroso se requiere un mayor trabajo, mismo que se traducirá a un estímulo necesario para el correcto crecimiento de los huesos de la cara, boca y cráneo. Razón por la que siempre he sugerido el implementar desde edades muy tempranas la alimentación fibrosa.
Un dato que resulta muy interesante es el hecho que la masticación debe ser bilateral y alternada, para poder producir el crecimiento y desarrollo deseado.
Cuando un niño mastica de forma unilateral (un solo lado), su boca crece de un solo lado, cruzando su mordida, situación vista con frecuencia en los consultorios de especialidad odontopediátrica.
La masticación debe ser coordinada con otras funciones como son la deglución (tragar) y la respiración.
Es una función que se debe aprender desde edades tempranas, razón por la que se deben respetar las diferentes etapas de alimentación del bebé. Para dar una breve explicación al respecto sugiero lo siguiente, la primera alimentación de un bebé sea exclusiva del pecho de la madre, por lo menos los primeros 6 meses de vida, a esta edad por lo general erupcionan los primeros dientes, momento que se deberá alternar con alimentación blanda y semisólida (cereales) o sea dar inicio a la aglactación, se pueden ir implementando diferentes alimentos como frutas, verduras cocidas, galletas, etc, alternándolos con leche del pecho o de fórmula, alrededor de los 9 o 10 meses se puede continuar con alimentos sólidos trozos de fruta, pollo, huevo, etc.
Y continuar con leche, de tal manera que al año de edad, el pequeño este ya masticando. Se debe retirar el biberón a partir del año de edad, o a más tardar al año y medio de vida. De igual manera es importante cuidar la aparición de hábitos bucales nocivos que dificulten la masticación e impidan el crecimiento armónico de las estructuras orofaciocraneales.
La masticación de un niño es limitada en función hasta los 3 años de edad.
Las maloclusiones están estrechamente relacionadas al proceso de alimentación de los niños, de manera que con una orientación adecuada podremos cuidar la manera de alimentar, intentar iniciar con leche materna, tratando de evitar el uso del biberón y del chupón, y familiarizando al bebé con los diferentes alimentos, jugando con los sabores, los colores las texturas y los aromas, implementar alimentos más duros y fibrosos que ayudarán a estimular precozmente el ejercicio de la función masticatoria y deglución.
Lamentablemente nos vemos invadidos y saturados de información nociva respecto a alimentación, recibimos diariamente el ataque de las grandes campañas publicitarias y sus recursos de mercadotecnia a las que recurren las grandes compañías de alimento chatarra. Todo esto aunado a la falta de conocimiento que predomina en la mayoría de la población es fácil caer en el consumo de estos productos que no son más que un daño al organismo.
Debemos cuidar el crecimiento y desarrollo de nuestros niños, para evitar tratamientos costosos y difíciles de realizar en un futuro. La mejor alimentación es la natural y la mejor medicina es la preventiva, de modo que no olvide que la salud empieza por la boca.
Nota importante:
Procure cepillar sus dientes siempre, de la encía al borde de la dentadura y nunca del modo contrario, así evitará que la encía se retraiga y desproteja la parte de la raíz más próxima al diente.
Un buen cepillado es cuestión de vida o muerte para su dentadura.
Porque un cepillado inadecuado propicia el surgimiento de la llamada placa dentobacteriana, capa sin color, pegajosa, formada por bacterias que se acumulan en la superficie de los dientes.
Esta placa bacteriana se forma en diferentes períodos de tiempo, siendo el mínimo de 6 horas y el máximo de 48.
Una vez formada la placa, debe ser removida de inmediato para evitar que al endurecerse, se convierta en sarro, la cuál es origen de las dos enfermedades dentales más comunes:
Otras cosas que usted debe saber sobre la higiene bucal
¿Por qué usar seda dental?
La placa
La placa es una capa pegajosa, sin color, de bacterias que se forma constantemente en los dientes por falta de una adecuada limpieza.
Las bacterias de la placa son la causa principal de las caries y de enfermedades de las encías las cuales, son la mayor causa de la pérdida de dientes en los adultos.
Si no se quita la placa diariamente, se acumula y se convierte en un depósito duro que se llaman cálculos de los dientes, más placa se formará encima y podrá causar la destrucción de la dentadura y encías.
La seda dental (hilo dental):
La seda dental nos ayuda a remover la placa y partículas de alimentos de entre los dientes y cerca de las encías. Es importante usar el hilo dental, para limpiar estas áreas profundamente, ya que las enfermedades de las encías y las caries comienzan en estas áreas donde no alcanza a limpiar el cepillo de dientes. Debe de usarse diariamente para una excelente higiene bucal.
Nota: Las primeras veces que se usa seda dental, las encías pueden doler y sangrar un poco. Pero cuando la placa se deshace y se han quitado las bacterias, las encías empezarán a sanarse y no sangrarán más. Si aún continúan sangrando después de varios días, consulte a su dentista.
Guía de uso de la seda dental (hilo dental):
¡Nunca presione demasiado la seda dental contra las encías!
Al hacer contacto con la encía, adhiera la seda a la forma entre la encía y el diente hasta sentir resistencia.
5. Manteniendo la seda firmemente contra el diente muévala de las encías y continúe con un movimiento de arriba hacia abajo, "raspando" la superficie del diente.
Repita este proceso en cada uno de sus dientes.
Divida la boca en 4 partes.
Introduzca la seda dental primero entre los dientes de la mitad de arriba y luego en la otra mitad. Haga lo mismo con los dientes de abajo.
Visitar al Odontólogo por lo menos 2 veces al año, con el objetivo de:
En la actualidad las enfermedades bucodentales se consideran un problema de salud pública, por su alto grado de frecuencia en nuestro país.
Estudios epidemiológicos revelan que el 90% de la población mayor de tres años presenta caries, y que el 80% de la población, mayores de 14 años padece de enfermedades periodontales, incrementándose éstas conforme avanza la edad del individuo.
Descripción del problema
Los padecimientos dentales se presentan en todos los individuos sin distinción de raza, sexo, edad, y nivel económico social. A pesar de que estas enfermedades se consideran un problema de salud por las molestias y sufrimientos que provee el proceso infeccioso, no se les ha considerado como incapacitantes ya que algunas personas cumplen sus funciones de forma adecuada.
Las enfermedades más frecuentes en este grupo son las caries y las periodontales, que ocasionan la mayor demanda de servicios odontológicos.
Las maloclusiones son las de menor frecuencia, pero su gran importancia radica en su afección funcional, estética y psicológica del individuo que la que padece.
Funciones de la boca
La boca tiene gran importancia, es la puerta de entrada a nuestro organismo y cavidad inicial del tubo digestivo; realiza las siguientes funciones:
Factores predisponentes de las caries:
Esquema de producción de la caries:
Restos de alimentos + azúcares + bacterias = Producción de ácidos.
El ácido desmineraliza y destruye al diente provocando la caries.
En México, la caries es responsable del 92% de la pérdida de dientes y este porcentaje va en aumento, esto se debe al consumo excesivo de azúcares refinados.
Si la caries no es tratada adecuadamente ocasiona lo siguiente:
Los procesos infecciosos pueden ocasionar las siguientes enfermedades con serios problemas en la salud:
Traumatismos en dientes primarios
Los dientes de leche se encuentran en estrecha relación con los dientes permanentes, que se están formando dentro del hueso.
Un traumatismo sufrido en este periodo puede comprometer la estética del diente permanente, el cual al aparecer en la boca alrededor de los ocho años, presentará desde unas manchas blanquecidas hasta deformación de la corona, dependiendo de la magnitud del golpe.
Las lesiones más graves en los dientes de leche que pueden dar complicaciones en los permanentes son la intrusión (cuando el diente se sumerge en la encía) y la avulsión (cuando el diente se cae por el golpe). Estas dos situaciones son más graves, mientras menor sea el niño.
El diente de leche no se reposiciona una vez que se ha salido por un golpe.
Traumatismos en dientes permanentes
Recoja los fragmentos, no tome el diente por la raíz, tómelo por la corona (es la parte más ancha), lave el diente con agua corriente sin tocar la raíz y ubíquelo inmediatamente en su lugar de origen. Si esto no es posible deposítelo en un vaso con leche o suero fisiológico y acuda con su odontopediatra. Estos se reposicionan lográndose una restauración dentaria más conservadora.
Son compuestos de material plástico transparente o con color, que se colocan directamente sobre la superficie de masticación de molares primarios y permanentes. Forman una barrera que protege los surcos y fisuras de los dientes; es ahí donde aparece la mayor cantidad de caries en niños.
Aun cuando el niño se cepille y use hilo dental, es difícil – y a veces imposible – limpiar esos surquitos y fisuras de los molares. Las bacterias y la comida se acumulan en estas grietas, lo que pone al niño en peligro de sufrir caries.
Los selladores pueden durar muchos años, por eso protegen al niño durante los años en los que es más propenso a la caries.
En la visita periódica al dentista pediátrico se revisan y en caso necesario se reparan. Si su hijo tiene una higiene adecuada y evita comer cosas sumamente duras y pegajosas, pueden durar más.
La aplicación de un sellador es rápida y cómoda, solamente requiere una visita al consultorio. El odontólogo para niños limpia, acondiciona, aplica el material y luego permite que se endurezca.
El costo del tratamiento es muy razonable, en particular por la protección tan valiosa que ofrece. Recuerde que siempre es mejor y más barato prevenir que remediar.
¿Qué son las fisuras?
Los dientes tienen accidentes anatómicos (defectos) que en ocasiones son muy profundos e imposibles limpiar, estas áreas son lugares donde comúnmente se desarrolla la caries dental (debido al empaquetamiento de alimento), esto ocurre sobre todo en las superficies masticatorias de los molares y premolares. Estas zonas son llamadas fosas y fisuras.
¿Que son los selladores?
Son un tratamiento preventivo que protegen los defectos de sus dientes (fosas y fisuras), especialmente la de los molares.
Son unas resinas líquidas que cubren los defectos de sus dientes, ayudando a evitar la caries dental.
¿Cuánto tiempo duran los selladores?
De acuerdo a investigaciones realizadas, se ha comprobado que son tratamientos que duran entre 5 y 7 años o más. Pero es muy importante entender que se debe continuar con la higiene bucal recomendada para conseguir el éxito de este tratamiento.
Además, se recomienda continuar con chequeos periódicos para realizar limpieza y aplicaciones de flúor.
¿Por qué deben sellar mis dientes?
-Porque no tendrán que anestesiarme para su colocación.
Los selladores se han usado por más de 15 años y pueden beneficiar tanto a niños como a adolescentes y adultos. La aparición de caries en las superficies masticatorias de los dientes ocurre fácilmente desde la erupción dental, razón por lo que los niños y los adolescentes son candidatos ideales para este tratamiento.
¿Cómo es el tratamiento?
La aplicación es muy sencilla, es rápida y no es dolorosa. Se coloca en una misma cita. Primero se lava el diente a ser tratado, se seca y se prepara la superficie con un sistema de adhesivos curados por luz, el sellador se distribuye por todo el defecto de la fisura y/o fosa, cubriendo el mismo. El paciente puede comer inmediatamente después de la aplicación de selladores
Son enfermedades de los tejidos blandos, encías inflamadas o sangrantes a la presión, de aspecto rojo.
La gingivitis o inflamación de las encías está causada por bacterias que se nutren por las partículas de alimentos en descomposición, formando una sustancia incolora y viscosa llamada placa dentobacteriana.
La placa se adhiere a la superficie de los dientes y se introduce a éstos, provocando que la encía se inflame y sangre.
Si no se elimina la placa a través del cepillado o limpieza dental instrumentada por el dentista, origina depósitos de sangre e inflamación de la encía provocando mal aliento, abscesos y pérdida de los dientes por la destrucción de los tejidos de soporte ocasionando movilidad y pérdida.
Son el principal problema bucodental de los adultos, ya que se inician desde la niñez y avanzan lentamente sin dolor, pasando desapercibidas.
En México, el 20% de los escolares sufren de parodontopatías, porcentaje que alcanza en la edad adulta del 50-70%.
Encía sana
Encía enferma
Medidas preventivas
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